ÚNETE AL CLUB REGALA UN ME GUSTA

23 nov 2013

Entre los veintitantos

Entre los veintitantos...



20 años
Es una edad confusa. Legalmente no puedes beber alcohol en todo el mundo, pero ninguna corte se opone a que andes con un señor de 40 años.

21 años
Ya puedes ir a Las Vegas y apostar pero conforme va pasando el año te das cuenta que no es tan divertido como esperabas que fuera. Además de eso, no mucho cambia. Sigues en la escuela, y el mundo te ve de la misma manera.

22 años
Es la edad del purgatorio. Estás atrapado entre la vida de adulto y la de joven. Sigues apareciéndote en las mismas fiestas y tratas de vivir la vida loca pero ya no es tan divertido como antes. Sin embargo, quedarte en tu casa tampoco lo es. (Tienes 22 no 42).

23 años
Está por acabar la carrera. El mundo te sonríe. Te crees adulto pero con privilegios (pues sigues viviendo con tus papás). Eres feliz y un poco iluso. No sabes lo que te espera…

24 años
Apenas empiezas a conocer el mundo real y te conviertes en el eslabón más bajo en el mundo laboral. Tienes mucho que probarle al mundo, y si no lo haces bien la siguiente generación acaba contigo. ¿Sientes la presión?

25 años
Dejas el mundo de “los primeros veinte”. Te sientes más cerca de los treinta que nunca (y tienes razón, lo estás). Empiezas a pensar que no has hecho nada con tu vida. No sabes ni a dónde quieres llegar.

26 años
Un día despiertas y te das cuenta que te vas a morir. Este sentimiento sucede en los primeros días de los veintiséis. Resulta que no eres inmortal como lo pensabas, y los treinta se acercan cada vez más. Estás haciendo planes para salirte de tu casa o casarte porque toda la gente de tu edad está haciendo lo mismo. No te quieres quedar atrás.

27 años
Ya superaste tu trauma a la muerte… o por lo menos lo intentas. Los treinta están más cerca pero tampoco te molesta mucho. Estás en un buen momento de tu vida. Tienes nueva casa, tu trabajo te gusta (esperemos). En pocas palabras, te sientes invencible (pero estás equivocado).

28 años
El mundo cambió demasiado pronto y demasiado rápido. Te emocionan menos todos los cambios porque te diste cuenta que vienen con responsabilidades. Te das cuerna que te sigues sintiendo joven y que nadie a tu alrededor actúa como tú esperabas que actuara una persona de 28 años, así que decides que está bien no ser tan “adulto”.

29 años

Tu sabiduría de los 28 la perdiste a los 29. Ya te hiciste a la idea de que el próximo año serás parte de los treintenos. Y aunque ya no te sientes parte de la gente de veinte, te aferras a que tu edad todavía empieza con 2.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

TU OPINION CUENTA!!!